Entrevista a la blogger de viajes: Sandra Candal

Sandra Candal en Egipto.

Esta es la historia de un libro, un blog y una chica muy loca por los viajes. Cuando Sandra Candal recibió el libro 1000 sitios que ver antes de morir de Patricia Schulz, a sus amigos se les ocurrió preguntarle: ¿cuántos lugares tienes? Lo que comenzó como una simple curiosidad terminó transformándose en un reto personal, y finalmente en un blog, El viaje de mi vida, en el que su autora comparte experiencias, da consejos y va añadiendo sitios para alcanzar los 1.000. Sandra Candal nos cuenta sus secretos:

–          ¿De dónde viene esa pasión por los viajes?

Realmente es casualidad, porque como ya nací viajando, por así decirlo… soy hija de emigrantes, mis padres emigraron a Francia cuando eran jóvenes, entonces al tener toda la familia en España yo con ya tres mesitos me hacía un París-Salamanca-Coruña. Y luego mis padres son unas personas de mente abierta, por lo que ya desde el colegio si había excursiones a cualquier sitio eran los primeros que me apuntaban. Entonces desde que era muy jovencita, con 12 años, hice el primer intercambio a Inglaterra, a Irlanda… mis padres en ese sentido siempre me apoyaron mucho para viajar. Al sentirme apátrida una cosa llevó a la otra hasta que se convirtió en un vicio muy malo.

 

–          En tu blog te denominas viajera y dices que detestas a los turistas. ¿Por qué?

Es que son cosas muy diferentes. Yo distingo al viajero, que es una persona que le gusta ver otras culturas, descubrir, meterse en ellas, comer de todo, probar de todo, vivir experiencias únicas. Y luego está el guiri, que ya no disfruta del momento sino que está sacando una retahíla de fotografías para enseñárselas a sus colegas cuando vuelva. Y está en Nueva York y no se le ocurre otra cosa que ir al McDonalds en vez de probar los platos típicos. Los que van a hacer ese típico rollo de guiri total. Que a ver, todos en el fondo somos un poco guiris, porque cuando uno no es de un país siempre termina metiendo la pata. Por eso a mí me gusta mimetizarme, imitar a la gente autóctona y mezclarme con ellos.

 

–          En tu presentación dices también que vives para viajar y viajas para vivir. ¿Es un poco tu filosofía de vida?

Sí, porque confieso que viajar para mí ahora es una obsesión y una necesidad. Yo tengo esa suerte, bueno la suerte que me he trabajado porque intento ahorrar en un montón de cosas para poder permitirme los viajes. Hay mucha gente que se gastaría el dinero en tabaco, o en ropa… yo prescindo de todo ello porque lo que me aporta viajar es mil veces mejor, me llena mucho más de felicidad.

 

–          Hay mujeres que tienen armarios para zapatos. ¿Tú tienes un armario para cajas de zapatos llenas con recuerdos de tus viajes?

Sí, de hecho confieso que este fin de semana que me aburría mucho me puse a forrarlas con mapas. Ahora mismo tengo cuatro muy repletas.

 

–          ¿Cómo llegó el libro de Patricia Schulz a tus manos?

Me lo regalaron y mis amigos me empezaron a preguntar cuántos lugares del libro tenía. Entonces me puse a desempolvar fotos y creé un Flickr con ellas. Y así tontamente la gente comenzó a visitar mi perfil con las fotos, a comentar, a hacerme preguntas, pedir consejos… de pronto me veía como una vieja contando siempre las mismas historias y llegó un momento en el que ya no supe a quién le había contado una anécdota y a quién otra. Entonces una amiga me insistió en que hiciese un blog y esos fueron mis pinitos. Empecé un poco a modo de terapia y de diario personal.

 

–          Tienes 99 de mil sitios pero seguro que en tus viajes viste cosas que merecen estar en el libro y no están.

Sí. Es que otra de las cosas que estoy haciendo últimamente es poner a debate la lista. Porque evidentemente esta también empezó a despertar mucha curiosidad. Es un libro más bien enciclopédico, de consulta. Así cuando viajo lo miro para ver qué me puedo encontrar al ir a esos sitios. Patricia Schulz ya avisa en su libro que la lista es muy subjetiva. Ella incluye un poco de todo, porque los 1000 sitios no solo son ciudades y lugares, sino experiencias especiales. Sí que intento ver siempre más cosas de las que pone en el libro y trato de que los autóctonos de los sitios me den su punto de vista. Entonces muchas veces me dicen que esto sí o esto no…

 

–          ¿De todos los sitios a los que fuiste con cuál te quedarías?

Imposible elegir. Soy incapaz porque todos tienen una cosa especial, todos. Alguno te puede marcar un poco más por el momento que estás viviendo, pero ya está. De hecho llamo al blog El viaje de mi vida porque considero que la vida es nuestro viaje, y como comento todos viajamos aunque no seamos conscientes de ello. Todos evolucionamos. Y todos los viajes evidentemente construyen parte de tu historia.

 

–          En tu blog tienes una sección de consejos. ¿Cuáles son las claves para hacer una maleta a prueba de Ryanair?

La clave fundamental es que siempre viajamos con demasiadas cosas. Si te pones a pensar en lo que realmente te va a ser útil durante el viaje, no te llevarías ni la mitad. Primero hay que mirar si lo que te vas a llevar lo puedes adquirir allí, y la mayoría de las cosas, sobre todo si viajas por Europa, puedes. ¿Para qué vas a cargar con champús y geles y preocuparte por los mililitros si los puedes adquirir allí? Viajamos con demasiadas cosas que a la hora de la verdad no necesitamos.

 

–          ¿Cómo consigue uno viajar a 99 sitios sin arruinarse?

Realmente lo de que viajar es caro depende de ti totalmente. Va a depender del viajero. Hay gente que no se quiere comer la cabeza y que se estresa por buscar billetes de avión. Pero si tienes tiempo para mirar en internet, no te importa ir a una hora u otra y eres flexible en tus destinos viajar no resulta caro. Además ahora puedes conseguir descuentos por casi todo: carnet de estudiante, carnet joven, familia numerosa… solo hay que saber buscar. El tema vivienda, pues puedes irte a un hotel de 5 estrellas o a un albergue a compartir habitación con 6 personas, que a lo mejor haces muy buenos amigos. Depende del carácter del viajero.

 

–          ¿Qué consejos le darías a la gente que es inexperta en esto de hacer viajes?

Que los límites te los pones tú. Que a veces no hacemos cosas porque tenemos miedo de ellas, y que hay que lanzarse, atreverse. Quedarse en casa porque te asusta lo que hay fuera me parece realmente absurdo.

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